Los beneficios de un programa de incentivos para empleados
En los ecosistemas empresariales suele existir un departamento de marketing o de comunicación —o en su defecto una agencia externa— que lleva a cabo el control y la difusión de los mensajes clave de la marca, comunicando los beneficios y prestaciones de productos y servicios. Pero no debemos olvidarnos nunca de que toda la estructura empresarial es capaz de comunicar.
Y no solo es capaz, sino que lo hace, tanto de manera activa como de manera involuntaria. Desde el CEO hasta el equipo de ventas, pasando por el departamento de Recursos Humanos o Finanzas, cualquier empleado es capaz de comunicar. Si el mensaje se transmite de la manera adecuada al empleado, teniendo en cuenta su capacidad de difusión, dicho empleado tendrá el potencial para ser el mejor aliado de la comunicación y todo un embajador de la marca.
Los programas de incentivos dirigidos a empleados, además de incidir en cuestiones como la motivación y, en última instancia, las ventas, nos permitirán deleitar a nuestros trabajadores, proveedores y distribuidores, consiguiendo que transmitan así mensajes positivos sobre la marca. De esta manera, conseguiremos mejorar nuestro branding o imagen de marca, a la vez que conseguimos resultados también en términos de employer branding, la disciplina que trata sobre la reputación de una empresa en términos de lugar de trabajo.
Motivar a los empleados es una disciplina que muchas veces se olvida o se minimiza en favor de las acciones dirigidas al cliente final, ya sea en forma de programas de fidelización o de cualquier otro tipo de táctica de marketing.
Motivación de equipos comerciales
En el caso del equipo de ventas, trabajar en el vínculo entre la marca y los empleados es absolutamente clave. En este caso, la motivación puede centrarse por ejemplo en cuestiones de formación, a través de plataformas de gaming que de alguna manera dinamicen el proceso de aprendizaje de las características de los productos, el propio catálogo o los pormenores de cada servicio que se ofrezca desde la compañía. Una de las mecánicas más comunes es la de ofrecer puntos a cambio de completar módulos formativos, y establecer un sistema de redención de dichos puntos a cambio de producto, material corporativo o regalos.
Incentivos a la red de distribución y al canal de ventas
Si nuestra marca trabaja con distribuidores externos, o si nuestro producto es susceptible de ser vendido en establecimientos multimarca —desde unos grandes almacenes a un bar o cafetería—, incentivar a la red de distribución o al canal, respectivamente, será indispensable. A través de programas de incentivos y motivación comercial, podremos conseguir que las diferentes personas implicadas en el proceso de ventas prescriban nuestra marca por encima de las de nuestros competidores.
Además de los beneficios evidentes, que serán en última instancia el aumento de las ventas y conversiones, los programas de incentivos o de motivación a los canales de ventas y distribución nos devolverán una información importante que nos permitirá optimizar de manera continua tanto los propios programas como el rendimiento de los mensajes clave de la marca. A través de la recolección y procesamiento de datos, podremos obtener un conocimiento exhaustivo sobre cómo funcionan y rinden nuestros productos o los propios mensajes que utilizamos para su comunicación.
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